No puedo dar a los demás, algo que no tengo para mi misma.
La honestidad no es solamente un valor deseable y apreciado, es una filosofía
de vida y de sabiduría. Es fácil pedir que se nos sean reveladas las verdades
del mundo, lo complicado radica en aprender a escucharlas, aceptarlas y asimilarlas.
Sencillo es juzgar a todos por su falta o exceso de sinceridad, cuando no nos
implicamos en reforzar esa comunicación con nosotros mismos.
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