¿YA TE DISTE TU CARICIA DIARIA?
No puedes dar a los demás, lo que no te das a ti mismo. Cada día al abrir los ojos, podemos nutrir nuestro corazón y nuestra alma al sentir alegría, sentirnos útiles, sentir emoción por los nuevos retos y de como podemos transformarlos en experiencias positivas, en experiencias de aprendizaje personal, y sobre todo de auto descubrimiento en fortalezas y capacidades que no conocíamos.
Cada día, es una tarea, para transformarnos de seres banales a seres con sentido, a seres inolvidables. Vernos con amor a nosotros mismos, es una inversión, es una tarea, es algo en lo que debemos enfocarnos y dedicarnos para llenarnos cada día de sentimientos agradables, en lugar de impotencia y frustraciones, en lugar de enojos y reproches.
Asumir nuestra propia existencia implica el riesgo de equivocarnos, implica la responsabilidad de mejorarnos, implica la capacidad de alimentarnos emocional, mental y espiritualmente por lo que deseamos contener en nuestro interior. Los compromisos más complicados de asumir, no son con los demás, sino con nosotros mismos, ya que no hay testigos que nos denuncien por abandonarnos en el camino. Si logras respetar el compromiso de respeto, amor, consideración y tolerancia contigo mismo, naturalmente y sin esfuerzo, lo mismo se desbordará en el trato hacia los demás, asi de paradójico es nuestra condición humana, cuando algo naturalmente se desarrolla en tu interior, ya no hay más esfuerzo por darlo a los demás, ya que fluye para todos naturalmente. Y tú? ¿Ya te diste tu caricia diaria?
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