Una persona hermética es aquella que vive ensimismada, que piensa, que siente, que desea y que anhela, pero no lo comunica. Muchos de nosotros tenemos esos momentos de cierre, en donde nos guardamos lo que no podemos, lo que no sabemos cómo, o lo que no queremos compartir con los demás. Encerrarse en uno mismo es prudente en muchos casos para conocerse, vivir todo el tiempo en un encierro voluntario es una tortura personal ya que, somos seres sociales y, compartir es parte de nuestro crecimiento personal y desarrollo emocional. Lo que nos daña en últimas instancias, son los extremos que no se saben equilibrar.
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