Sigmund Freud definió: Un ser humano que aspire a la Salud Mental debe tener en orden y actividad dos aspectos de su vida, el Amor y el Trabajo. El trabajo es la forma en que cada persona ejecuta tareas que implican un esfuerzo ya sea físico y/o mental, con el objetivo de transformar bienes y servicios para satisfacer necesidades humanas. Trabajar es producir algo y no siempre se traduce en dinero. Cuando producimos, ponemos en acción la propia creatividad, energía y concentración. Es por ese motivo que, la vida tiene dos grandes dimensiones, darnos a los demás a través del amor y cultivarnos a nosotros mismos a través del trabajo, creciendo por nuestra capacidad, aprendiendo por nuestra habilidad y generando esa confianza de hacer por nosotros mismos. Los sentimientos de autoestima y valor personal no se construyen de palabras y porras, sino de hechos concretos y resultados evidentes
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