¿Será perseverancia o necedad? Como seres humanos nos trazamos metas, objetivos y prioridades que buscamos alcanzar. En muchas oportunidades a todas luces no seguimos en la tarea, pero en otros en cambio, no abandonamos la faena. Vaya usted a saber por qué, por qué nos abrazamos a unos anhelos más que a otros. El meollo del asunto, en lo particular para mí, es que hay eventos que pasan livianos ante mis ojos y otros, son más densos que la bruma de un día gris. Vale la pena admitir, que eso que uno hace, habla más de uno mismo, de quién es, de sus necesidades y de sus deseos e intereses, que cualquier descripción que uno pueda añadir. Bien se afirma por ahí, que uno habla más por la conducta que por las palabras.
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