No solo de tristezas vive el hombre. No solo de alegrías está tapizado el camino de la vida. Paso a paso, a lo largo de la vida formamos trayectos de experiencias, memorias y vivencias. Día a día a lo ancho de la vida, se abren oportunidades de dar, de recibir y hasta de crear nuevas formas de adecuarse a la propia existencia. Cuando estamos claros en cuáles son nuestras necesidades, y cuando aceptamos esa ligera humanidad que nos hace vulnerables, es cuando podemos disfrutar de cada tramo caminado. No solo de alegrías vive el hombre, ni solo de tristezas nos colma la propia biografía, en la diversidad viene ese pequeño intermedio de la propia historia.
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