Quizás si, quizás no, quizás el asunto más claro es admitirme a mi misma que cuando
los días pasan y se detiene la vida, es mejor relajarse, aprender todo aquello que
quedó pendiente. Es mejor sentarse tranquilamente y dejar que transcurran las
prisas, es mejor aclararse y saber que nada ni nadie tiene tanto poder en esta
dimensión para dañarnos sin que exista una necesaria lección que deba
ser aprendida. Cuando se vislumbran retazos de una vivencia, lo mejor es
acudir a la creatividad, hacer de estos parajes obligados una mejor estadía...
No acusarme, no acusarte y alertar la vista. Aprendiendo a comprender
esas extrañas mezclas de fuego y miedo que me invaden,
que me abruman, que me irritan
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