miércoles, 18 de enero de 2017

PEQUEÑOS CRIMENES No.51

En las relaciones con los demás nos mostramos tal y como somos, quién tenga ojos 
que vea y reconozca, quién no, que juzgue, se burle y por lo que dice se exponga a sí mismo. Hay dos  líneas frágiles que establecemos en el trato con los demás, una es 
de amor y respeto, más la otra es de poder y sometimiento. No se confundan jamás,
 porque donde hay poder y sometimiento contra un igual, no se expresa 
ninguna tonalidad del amor. Las relaciones con los demás hablan claramente de
 quiénes somos, queramos reconocerlo o no, como yo trato a los demás, 
dice todo de mi, y como cada uno reacciona, dice todo de cada uno.

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