viernes, 20 de enero de 2017

PEQUEÑOS CRIMENES No.52

A veces nos aferramos fervientemente a memorias de eventos, personas 
o sentimientos que no queremos soltar. 
A veces al decidir quedarnos con una memoria, nos quedamos estáticos en 
el tiempo, sosteniéndonos de algo que ya no cambia y que ya no crece más. 
Como escogemos recordar el pasado, es una forma muy personal de colocarnos
en el presente y proyectarnos al futuro, pero si no avanzamos, nos diluimos 
entre vacíos existentes, siendo el vivir el costo más evidente. 
Al huir hacia la libertad del ático de la mente, tienes que fortalecerte porque 
sueltas retazos tuyos que mueren simbólicamente. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario