Alejarse es un viaje, una expedición que propone experimentar conocimiento y aprendizaje sobre todo de aquello que siempre tenemos tan cerca y que no es factible reconocer ni valorar. Tomar distancia representa un cambio personal, de pensamientos, de sentimientos y hasta de la forma en que vemos lo que nos pasa y sus adheridas circunstancias. Al alejarnos, inevitablemente existe la contraparte del retorno, colmando así un aprendizaje claro, porque quien regresa, no es nunca la misma persona que se alejó. Quien vuelve es Otro en la misma piel, porque regresa de muchas formas cambiado después de su metamorfosis personal.
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