miércoles, 28 de diciembre de 2016

PEQUEÑOS CRIMENES No.35

El tiempo huye, el tiempo vuela, el tiempo escapa, cuando corro detrás de él. 
Cada minuto que deseo conservar me atropella velozmente, 
dejándome con un terrible vacío existencial. 
El tiempo se detiene, el tiempo no pasa, el tiempo me juega bromas pesadas, 
cuando necesito alcanzar algún lugar. 
El tiempo de ayer no supe como retener y el tiempo de mañana no sé como planificar. Solo me queda ubicarme en el hoy y comprender, que en cada paso que doy, el tiempo es una sombra, una ola, una nube, un efímero instante cuando estoy feliz y una carga pesada cuando no espero algo en su lugar.  Cuidado con las interpretaciones de la vida.  
¿Ya te percataste de cuánto tiempo añoramos y nos perdemos los momentos que sí compartimos? 
Me propongo disfrutar el hoy, el ahora y el aquí, 
para no diluirme a su vez con la temporalidad ¿Me acompañas?

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