miércoles, 21 de diciembre de 2016

PEQUEÑOS CRIMENES No.32

El amor nos mueve, nos gusta, nos atrae, pero inevitablemente nos complica. 
Amamos cuando algo nos hace falta, y al amar nos mostramos vulnerables ante los demás, como una clara demostración espontánea de la propia humanidad. El amor es un acto de dos, es una entrega, es un dar permanente. Cuando amamos, no precisamente hemos de ser correspondidos en ese sentimiento que se desliza por entre las rendijas de nuestro ser. En el amar, no importa en qué contexto lo expresemos, estamos entregándonos como un retazo de sentimientos que está por expandirse y crecer. 

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