Aquél que diga que nada o nadie le ha roto el corazón, no ha vivido en un mundo en donde el aprendizaje se da a base de aterrizar realidades y dejar ir fantasías.
Aquél que diga que nada o nadie le ha roto el corazón, no ha crecido, no ha madurado, no ha podido encontrar la esperanza perdida del amor, que como tenue luz nos acompaña hasta llegar a veredas de total realidad.
Aquél que diga que nada o nadie le ha roto el corazón, no ha encontrado un corazón que late en expansión.
PD. No creas que lo que vivimos no tuvo ningún sentido, sigues siendo a pesar del dolor de las verdades, lo mejor que he conocido. Sigo dando pasos, uno detrás de otro, me veas o no.
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