Que asunto más curioso ese fenómeno de la confianza, no se gana, porque cuándo decidimos que alguien no es de fiar, ni las más grandes pruebas del mundo nos pueden convencer. No se pierde, porque a pesar de las consecuentes fallas y decepciones que podamos padecer, si confiamos en alguien, no lo dejaremos de hacer, brindando una y otra oportunidad para seguir creyendo.
Que curioso asunto el de la confianza, que casi, casi se parece a la fe, si creo, no importan las pruebas ni la evidencia, pero si no creo no es relevante lo que se me demuestra.