¿Sabes a dónde van las palabras que
no se dijeron? ¿A dónde va lo que quieres hacer y no haces? ¿A dónde va lo que
no te permites sentir?
Muchas veces nos gustaría que lo que
no expresamos quede en el olvido, pero lo que no se expresa se queda acumulado
en el cuerpo, nos llena el alma y el espíritu de gritos mudos. Lo que no
nos damos la oportunidad de decir o expresar se transforma en insomnio, en
dolor de garganta, en nostalgia, en destiempo, en deudas, en tareas pendientes.
Las palabras y los sentimientos que nos tragamos se transforman en
insatisfacción, en tristeza y en frustración. Lo que mantenemos en secreto
afecta nuestra percepción y comportamiento, pudiéndose convertir en verdaderas
cargas.
Dejar en silencio algo que queremos
expresar, nos empieza a torturar internamente. Se nos pueden presentar
trastornos digestivos, dolores de cabeza o sensaciones de angustias que de
alguna manera podemos relacionar con los secretos que se guardan. Y las cosas
se complican todavía más por el hecho de que ciertos secretos actúan sin que
nos demos cuenta, nos pueden generar sufrimientos físicos o psicológicos sin
que nos demos cuenta de su procedencia.
Algunos secretos que son temas
asesinos de nuestra paz mental son el amor prohibido, la curiosidad indebida,
los actos desesperados, los actos forzados, el amor no correspondido, el
rechazo, la cólera, los sueños y metas de vida censurados, los estilos de
vida no aceptados, los maltratos.
El quedarnos con palabras o sentimientos
secretos produce efectos en cada uno de nosotros. Lo callado se
convierte en una molestia y en un impedimento, que construye alrededor de
nosotros una cárcel que nos aprisiona.
Un secreto o lo que no se expresa es
como una gota de agua constante en la piedra, que rompe la piedra no por su
fuerza sino por su constancia. Lo que no se dice y se queda en el
interior nos carcome, nos hace heridas que poco a poco van venciendo la propia
paz mental con la que contamos.
Lo que no se ha dicho, debe contarse,
debe expresarse… antes de que nos carcoma por dentro. Debe transformarse
en algo al salir de nuestro interior. No es cuestión de correr a contar,
reclamar, vengar, o ajusticiar a los demás. Es una confesión que nos
hacemos a nosotros mismos a través de alguien de confianza, o a través de algo
que decidamos hacer para salir de la burbuja del secreto.
Cuando nos guardamos algo, se
corresponde a que sentimos que los demás no podrán aceptarlo. También
tiene que ver con que estamos viviendo una doble vida, somos alguien
internamente y somos lo que se espera de nosotros externamente. El
conflicto del secreto, es que estamos inmersos en la dicotomía de lo que somos
versus lo que se espera de nosotros. Por tanto, es necesario transformarnos, volvernos
más auténticos con nosotros mismos, aceptarnos como somos, aunque nos de temor,
aunque no correspondamos a las etiquetas que la misma sociedad espera que
cumplamos.
Lo que no decimos siempre encontrará
una salida, si no es con palabras será a través de enfermedades, de tristezas
intermitentes que no tienen explicación, de misteriosos arrebatos de cólera y
enojo, de reacciones súbitas de llanto, tristeza o rechazo hacia películas,
canciones o incluso anuncios.
La cualidad de los seres humanos radica
en su creatividad, por lo tanto hay formas de transformar lo que debemos decir,
sin perjudicar a los demás, pero sobre todo sin perjudicarnos a nosotros
mismos.
¿QUE HACER?
- Busca alguien de confianza para revelar lo que
no has dicho
- Cuéntalo cuantas veces necesites para
comprender que es lo que te afecta y para cicatrizar la herida que el
secreto pudo haberte dejado.
- Busca que te escuche una persona que sea
compasiva, empática y que tenga mucha paciencia. Que te pueda
brindar todo el apoyo, y atención para que tu puedas desahogarte sin
sentirte juzgado, o que aburres con el tema.
- También puedes escribirlo. Muchas veces
el papel nos sostiene las confesiones más duras que tenemos que hacernos a
nosotros mismos.
- Si todo lo anterior no es suficiente, busca
ayuda psicológica. Busca un profesional con quien te sientas comodo
para tratar estos temas y sanar tus heridas emocionales, y por tanto las
físicas también sanarán.
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