A
todos nos gusta que nos aplaudan, que nos hagan reconocimientos y nos alaben lo
que hacemos. El problema radica en
cuando no se acepta como un deseo, sino que se convierte en una imperiosa
necesidad. La diferencia radica en que
cuando lo deseas, si lo recibes, te sientes feliz con el apoyo y la aceptación
de los demás, pero cuando lo necesitas, te puedes derrumbar en caso de no
conseguir la ansiada aprobación.
La
búsqueda de aprobación, es un deseo que fácilmente puede convertirse en la
angustiosa y estresante necesidad de esforzarse constantemente en complacer
siempre a todos, o quedar bien con todos, exceptuandose a uno mismo.
“Lo
que tú piensas de mi, es mucho más importante que lo que yo pienso de mi mismo”
Es
una delicia sentir esa mirada de aprobación, esa frase de reconocimiento o esa
palmadita en la espalda que se siente tan bien.
El desafío radica en que si somos capaces de sentirnos igual de bien en
el caso de que el trabajo o las acciones que realizamos, no son aceptadas o
bien recibidas por los demás. ¿Hasta qué punto la opinión de los demás
influye en lo que decidimos hacer, sentir o incluso pensar? ¿Están nuestras decisiones condicionadas por
los demás?
A
todos nos gusta que los demás nos apoyen, eso no es negativo, al contrario, nos
motiva, nos impulsa y nos hace sentir especiales. Pero también es importante ser realista, y
reconocer que siempre habrá más de alguien que desapruebe lo que hacemos, decimos o
pensamos. Cuando esa desaprobación te
desanima, es un claro síntoma de que estás dándole tu poder a otras personas de
decidir cuales son tus metas, tus objetivos, tus anhelos e incluso les das el poder
de decidir en ti qué estado de ánimo debes sentir.
¿Cuándo
la búsqueda de aprobación se vuelve algo negativo?
Cuando
la buscas como algo indispensable en tu vida.
Cuando cada cosa que alcanzas, o para cada cosa que haces, necesitas que
los demás lo aprueben, para aprobarlo tu mismo y darle valor. Si no logras la aprobación de los demás, te
sientes frustrado, y eso te sumerge en tristezas y ansiedad constantes.
¿Cómo
saber si eres un CONSUMIDOR de aprobación?
Acá
algunos síntomas para poder identificar si para ti la búsqueda de aprobación es
un deseo o una necesidad. Si es un
deseo, te nutre, si es una necesidad es algo indispensable y si no la obtienes
te pierdes a ti mismo, y lo que haces, brindándole ese poder a los demás.
·
Si
te sientes atacado, insultado y humillado cuando los demás tienen una opinión
contraria a la tuya
·
Suavizas
un comentario para evitar reacciones de desagrado
·
Te
sientes deprimido o angustiado cuando alguien no está de acuerdo contigo
·
Te
sientes humillado cuando alguien da una opinión contraria a la tuya
·
Haces
cosas por otras personas, sintiendo al mismo tiempo resentimiento porque no
pudiste decir no
·
Constantemente
te disculpas por tus gustos, tus pensamientos, tus sentimientos y tus opiniones
·
Llegas
tarde a un lugar o cualquier otra acción en la que te haces notar
·
Dices
cosas que los demás quieren oir para lograr que te quieran
·
Compras
algo que no te gusta, o no deseas, porque te initimida el vendedor
¿Vale
la pena que te sientas mal porque las personas no piensen como tú?
Si
tienes objetivos, si tomas decisiones, no permitas que nadie termine con tus
sueños o con tus deseos. La aprobación
es agradable, pero más lo es hacer lo que realmente se quiere y sentir siempre
que lo importante no es lo que los demás piensan de nosotros mismos. Es tú elección.
Si
te sientes identificado con varios de los puntos discutidos, entonces, como
superar la necesidad de aprobación, que puede convertirse en algo tóxico.
1. Practica la gratitud
No esperes
agradar, sorprendete y agradece cuando alguien te apruebe lo que estás
haciendo. No des por hecho que los demás
estarán complacidos con tus acciones ni lo esperes. Si te descubres en la expectativa de querer
el reconocimiento de alguien, es ahí donde está la clave para corregir, lo que
haces debes hacerlo para complacerte a ti, y si alguien más lo nota y te lo
aplaude, agradécelo. Todo agradecimiento
elimina la búsqueda de aprobación.
2. Aprende a decir lo que no te gusta
Ser sincero
con el mundo empieza por uno mismo, aprende a manifestar abiertamente lo que no
te gusta, o con lo que no estás conforme.
La clave es no hacerlo con mala educación, o buscando influir en la otra
persona, sino que solo hacer ver que tu opinión es distinta, y como ser humano,
tienes derecho a opinar diferente.
3. Busca la desaprobación
Es una
forma un poco brusca pero efectiva de enfrentar el miedo. Si una persona no
está de acuerdo contigo, agradece sus palabras, pero aprende a mantenerte en tu
postura.
4. Corrígete a ti mismo
Una buena
técnica es que te corrijas a ti mismo, dar por hecho que eres un ser humano,
que cometerás errores y que no tienes por qué ocultar ese hecho. Si te corriges a ti mismo, te sentirás más
cómodo en trabajar en mejorarte cada día.
5. Confía en ti mismo
La base de todo en la vida personal
de cada ser humano es aprender a confiar en uno mismo. Hazte dueño de tu propia vida, y eres el
único que se conoce lo suficientemente bien como para aprender a aprobarse a si
mismo por qué haces lo que haces.
Cuando
la búsqueda de aprobación se convierte en una necesidad, entregas un pedazo de
ti mismo a los demás, depositando a su vez, un poder de apoyo imprescindible
para ti, y si esas personas no te aprueban, entonces te inmovilizas y te
sientes mal contigo mismo. Te expones a
vivir dependiendo de si los demás están de acuerdo contigo o no.
No
vivas detrás de la sombra de la aprobación de los demás, porque no siempre lo
tendrás. A la larga, puede impedirte
vivir tu vida como tu deseas vivirla. No
tengas miedo y actúa como piensas, porque cuando tratas de complacer a todos,
terminas sin complacer a nadie en realidad.
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