Los
seres humanos somos seres de aprendizaje, no dejamos de aprender a lo largo de
la vida. En muchas ocasiones no todos los aprendizajes son beneficiosos, y
resulta que adquirimos aprendizajes que no son productivos, que nos perjudican,
nos sabotean y pueden incluso provocarnos un sufrimiento innecesario.
Pero,
¿Qué es un hábito?
Un
hábito es una conducta aprendida, y constituye un conjunto de patrones de
comportamientos adquiridos a lo largo de la vida y recompensados de tal forma
que ya forman parte de nuestra personalidad.
Al ser un hábito, ya no es una conducta pensada, sino un comportamiento
interiorizados y que repetimos de modo automático. Los hábitos se estructuran a
partir de la práctica constante, por lo que para aprenderlos se requiere de
determinación, esfuerzo, voluntad y disciplina, por un período determinado de
tiempo, que se compone de frecuentes y repetidos actos para automatizarlos.
Es
bueno aclarar que no es lo mismo un mal hábito que una adicción. Un mal hábito es una conducta aprendida que
puede desaprenderse con esfuerzo y ser sustituida por otro hábito. Una adicción en cambio no solo es un hábito
que ha evolucionado en la vida de la persona que la padece, sino que también
tiene un componente de dependencia biológica y psicológica, por lo que para
superarla es necesario buscar en estos casos, ayuda profesional.
¿Cómo eliminar un hábito?
Acá
algunos pasos para ir eliminando malos hábitos
1. IDENTIFICA el hábito que quieres cambiar
Para eliminar un mal hábito es
importante definir cuál es el mal hábito que se desea extinguir. Muchas veces
es necesario identificarlo en su forma más simple, porque una vez y el hábito
esté identificado, podremos enfocarnos en como debilitarlo y sustituirlo por
otro hábito más saludable.
2. ACÉPTALO no lo niegues
Aceptar que tenemos un mal hábito
que nos genera daños, es un paso importante. Muchas veces desgastamos la propia
energía, culpando a los demás de nuestros actos, o justificándolo por las
circunstancias, cuando en realidad, nosotros como seres humanos debemos asumir
el control, y la responsabilidad de nuestros actos, y si alguno de ellos es
contraproducente, en lugar de negarlo, buscar la forma de sustituirlo por un
mejor comportamiento.
3.
DESCUBRE
que detona tu mal hábito
Un mal hábito se mantiene porque
nos brinda un beneficio o nos cubre alguna necesidad, es importante descubrir
que beneficio o necesidad estamos percibiendo de esa conducta, ya que puede ser
adquirido por medio de conductas o hábitos alternos más saludables, en donde te
puedes sentir igual de bien pero sin hacerte daño.
4.
COMPROMISO
contigo mismo para cambiar
Los hábitos tardan en formarse, son
parte de un proceso que se construye día a día, y no es cuestión de casualidad,
sino un proceso biológico que reafirma el aprendizaje. El aprender un nuevo hábito es constancia,
determinación y voluntad en repetir cada día para incrementar la automaticidad
en el comportamiento, eso genera menos gasto de energía, porque ya no tenemos
que usar la atención en lo que estamos haciendo cuando está bien
aprendido. El proceso de aprender puede
llevar un tiempo mínimo de 60 días y un máximo de 245 días, dependiendo de lo
complejo de la conducta que se adquiere y la perseverancia de la persona.
5.
SUSTITUYE
una conducta por otra
Busca conductas alternativas que te
permitan alcanzar el beneficio o llenar la necesidad que el mal hábito llena,
solo que de una forma más saludable y menos sufriente. Los malos hábitos se sustituyen bajándoles
volumen y enfocándonos en otro que les haga competencia.
6.
EVITA entornos que te provoquen el mal hábito
Muchos ambientes ayudan a que se
activen los malos hábitos sin pensar, por lo que en lo que estás en el proceso
de eliminar un mal hábito es prudente evitar estos lugares hasta que esté
fortalecido el proceso de sustituir el hábito. Controlar el ambiente es un paso
importante para terminar con malos hábitos
7.
RECOMPENSA
tus avances
Aprender y desaprender conductas,
son procesos que se dan paso a paso. Prémiate por cada pequeño avance que
logres, esto impactará en tu motivación, en tu compromiso contigo mismo y en la
perseverancia que le inyectes para
lograr el cambio. Nunca subestimes el
poder de reconocerte los esfuerzos y el autocontrol que estás realizando por
cambiar un hábito negativo en tu vida.
8.
TEN
PACIENCIA
El condicionamiento conductual es
el nombre que recibe el aprendizaje que se convierte en hábito y es un proceso
largo de progresivo acercamiento.
Desarrollar la paciencia para esperar el tiempo necesario para
desactivar una conducta aprendida. No
desesperarse o querer apresurar las cosas, solo generan que se abandone más
pronto un cambio positivo y caer estancado en una conducta o hábito
destructivo.
Lo más importante es saber que
podemos formar nuevos hábitos, mantener o desaprender hábitos que ya no son
útiles o pueden ser destructivos. Es
cuestión de conciencia y elección personal, aunado con esfuerzo en repetir la
conducta y dejar de lado la conducta negativa, hasta que queden automáticamente
cimentadas dentro de nuestra mente. Se
pueden desarrollar buenos o malos hábitos, el efecto de los buenos hábitos o
hábitos positivos pueden generarte bienestar y recibir efectos que impactaran
positivamente tu vida y lo mejor está dentro de nuestro control y decisión.