jueves, 27 de agosto de 2015

PSICOLOGIA: ELIMINANDO HÁBITOS


Los seres humanos somos seres de aprendizaje, no dejamos de aprender a lo largo de la vida. En muchas ocasiones no todos los aprendizajes son beneficiosos, y resulta que adquirimos aprendizajes que no son productivos, que nos perjudican, nos sabotean y pueden incluso provocarnos un sufrimiento innecesario.

Pero, ¿Qué es un hábito?
Un hábito es una conducta aprendida, y constituye un conjunto de patrones de comportamientos adquiridos a lo largo de la vida y recompensados de tal forma que ya forman parte de nuestra personalidad.  Al ser un hábito, ya no es una conducta pensada, sino un comportamiento interiorizados y que repetimos de modo automático. Los hábitos se estructuran a partir de la práctica constante, por lo que para aprenderlos se requiere de determinación, esfuerzo, voluntad y disciplina, por un período determinado de tiempo, que se compone de frecuentes y repetidos actos para automatizarlos.

Es bueno aclarar que no es lo mismo un mal hábito que una adicción.  Un mal hábito es una conducta aprendida que puede desaprenderse con esfuerzo y ser sustituida por otro hábito.  Una adicción en cambio no solo es un hábito que ha evolucionado en la vida de la persona que la padece, sino que también tiene un componente de dependencia biológica y psicológica, por lo que para superarla es necesario buscar en estos casos, ayuda profesional.






¿Cómo eliminar un hábito?
Acá algunos pasos para ir eliminando malos hábitos

1.    IDENTIFICA el hábito que quieres cambiar
Para eliminar un mal hábito es importante definir cuál es el mal hábito que se desea extinguir. Muchas veces es necesario identificarlo en su forma más simple, porque una vez y el hábito esté identificado, podremos enfocarnos en como debilitarlo y sustituirlo por otro hábito más saludable.

2.    ACÉPTALO  no lo niegues
Aceptar que tenemos un mal hábito que nos genera daños, es un paso importante. Muchas veces desgastamos la propia energía, culpando a los demás de nuestros actos, o justificándolo por las circunstancias, cuando en realidad, nosotros como seres humanos debemos asumir el control, y la responsabilidad de nuestros actos, y si alguno de ellos es contraproducente, en lugar de negarlo, buscar la forma de sustituirlo por un mejor comportamiento.

3.    DESCUBRE que detona tu mal hábito
Un mal hábito se mantiene porque nos brinda un beneficio o nos cubre alguna necesidad, es importante descubrir que beneficio o necesidad estamos percibiendo de esa conducta, ya que puede ser adquirido por medio de conductas o hábitos alternos más saludables, en donde te puedes sentir igual de bien pero sin hacerte daño.

4.    COMPROMISO contigo mismo para cambiar
Los hábitos tardan en formarse, son parte de un proceso que se construye día a día, y no es cuestión de casualidad, sino un proceso biológico que reafirma el aprendizaje.  El aprender un nuevo hábito es constancia, determinación y voluntad en repetir cada día para incrementar la automaticidad en el comportamiento, eso genera menos gasto de energía, porque ya no tenemos que usar la atención en lo que estamos haciendo cuando está bien aprendido.  El proceso de aprender puede llevar un tiempo mínimo de 60 días y un máximo de 245 días, dependiendo de lo complejo de la conducta que se adquiere y la perseverancia de la persona.

5.    SUSTITUYE una conducta por otra
Busca conductas alternativas que te permitan alcanzar el beneficio o llenar la necesidad que el mal hábito llena, solo que de una forma más saludable y menos sufriente.  Los malos hábitos se sustituyen bajándoles volumen y enfocándonos en otro que les haga competencia. 

6.    EVITA entornos  que te provoquen el mal hábito
Muchos ambientes ayudan a que se activen los malos hábitos sin pensar, por lo que en lo que estás en el proceso de eliminar un mal hábito es prudente evitar estos lugares hasta que esté fortalecido el proceso de sustituir el hábito. Controlar el ambiente es un paso importante para terminar con malos hábitos

7.    RECOMPENSA tus avances
Aprender y desaprender conductas, son procesos que se dan paso a paso. Prémiate por cada pequeño avance que logres, esto impactará en tu motivación, en tu compromiso contigo mismo y en la perseverancia que le inyectes  para lograr el cambio.  Nunca subestimes el poder de reconocerte los esfuerzos y el autocontrol que estás realizando por cambiar un hábito negativo en tu vida.

8.    TEN PACIENCIA
El condicionamiento conductual es el nombre que recibe el aprendizaje que se convierte en hábito y es un proceso largo de progresivo acercamiento.  Desarrollar la paciencia para esperar el tiempo necesario para desactivar una conducta aprendida.  No desesperarse o querer apresurar las cosas, solo generan que se abandone más pronto un cambio positivo y caer estancado en una conducta o hábito destructivo.

Lo más importante es saber que podemos formar nuevos hábitos, mantener o desaprender hábitos que ya no son útiles o pueden ser destructivos.  Es cuestión de conciencia y elección personal, aunado con esfuerzo en repetir la conducta y dejar de lado la conducta negativa, hasta que queden automáticamente cimentadas dentro de nuestra mente.   Se pueden desarrollar buenos o malos hábitos, el efecto de los buenos hábitos o hábitos positivos pueden generarte bienestar y recibir efectos que impactaran positivamente tu vida y lo mejor está dentro de nuestro control y decisión.


viernes, 21 de agosto de 2015

NOTA MENTAL: No confundas los significados

No son las coincidencias las que hacen que estemos vinculados con los demás, no confundas los significados, no pretendas creer que eso los hace pareja o almas gemelas.

PSICOLOGIA: PENSAMIENTOS DE EXITO



Lo que pensamos en muchos sentidos marca la propia vida. Muchas cosas nos pueden ocurrir a lo largo de la existencia, pero como nosotros las recibimos, como las interpretamos, como percibimos esas situaciones nos dicen como aprenderemos de la experiencia, o como sufriremos de los eventos inesperados quedándonos inmóviles sin saber que hacer. 

El pensamiento no es tan natural, aprendemos a pensar a lo largo de la vida, y todo aquello que pasa por nuestra mente dándole un significado a lo que vivimos lo aprendemos desde la infancia en casa de nuestros padres, para luego reforzarlo a través del tiempo con los amigos, en el trabajo y la sociedad.  Es por ese motivo que es de vital importancia revisar los pensamientos que permitimos reposar en nuestra cabeza, porque en muchas oportunidades, los eventos de la vida se ven más catastróficos en nuestro pensamiento, que en la realidad.

Cuando aprendemos a enfocar la vida en los aspectos negativos podemos pensar de forma automática frases como:

·         Mi vida es un desastre
·         Nada me sale bien
·         Todo me pasa a mi
·         Yo lo arruino todo
·         Para qué esforzarse
·         Nada va a salir bien
·         Total, ya sé que siempre es lo mismo

Este tipo de pensamiento refleja una actitud y disposición derrotista ante la vida, y al fondo nos habla de personas derrotistas  que no saben como encarar y resolver los conflictos que pueden aquejarles en el día a día. 

La buena noticia radica en que el pensar es algo aprendido, por lo que cada persona tiene en sus manos el poder de aprender mejores formulas de pensamiento, que no lo hundan en estos sentimientos de impotencia, frustración y desamparo, que al final terminan impactando en salud física, tema que platicaremos ampliamente en otra oportunidad.

Por tanto, aprender a tener pensamientos de éxito no solo es una decisión muy personal, sino que es una inversión de tiempo, esfuerzo y consciencia para mejorar la visión  que tenemos hacia la vida, mantenernos en un estado de ánimo mejor para enfocarnos en ser parte de las soluciones del problema, y asimismo colaboramos de forma voluntaria a no desgastarnos emocionalmente con sentimientos negativos que pueden derivar en enfermedades.




¿Cómo lo hacemos? 
¿Cómo iniciamos a producir Pensamientos de Éxito?
Primero que nada es bueno aclarar que el éxito se basa en una estrategia mental, tenemos éxito cuando logramos alcanzar aquellos anhelos, objetivos o metas que nos hemos propuesto.  El éxito es subjetivo y personal, cada persona tiene su propia dimensión de cosas, conductas o estados que desea alcanzar, y eso genera su idea individual de lo que para ella es importante en la vida.  El éxito significa establecer un compromiso con nosotros mismos, en donde necesitaremos herramientas importantes como la seguridad en nosotros mismos, la perseverancia, la paciencia, la confianza en nuestras capacidades.

Perseguir  los propios objetivos aumenta más la posibilidad de éxito en las personas, no darse por vencido en la meta, aunque busquemos alcanzarla por diversos caminos.  El factor personal del éxito puede aumentarse hasta cierto punto, que solo en el proceso de alcanzar los objetivos podemos reforzar positivamente la autoestima, la voluntad de perseverar en lo que nos interesa y el optimismo.

Acá algunos pasos para ir fomentando entonces los pensamientos de éxito:

1.    Céntrate en tus logros
Coloca tu atención en lo que logras, el aprendizaje, el avance y todo lo que vas realizando día a día para acercarte a tu meta.  No pretendas llegar inmediata mente a lo que te has propuesto.  Hoy día tenemos esa noción de lo instantáneo, pero para tener éxito nada es instantáneo, es necesario sembrar el camino, cultivarlo  con el tiempo y esperar la cosecha.  El éxito no es instantáneo, y cuando llega de esa forma, nuestra mente no está listo para asimilarlo, entonces se vuelve efímero y poco aprovechado.  Da por hecho que todo tiene un tiempo.
2.    Expectativas positivas
Llénate de palabras que te mantengan motivado en alcanzar lo que te propongas.  Los pensamientos negativos se aprende, por tanto, los pensamietos positivos también.  Enfócate en alimentarte con palabras, frases, lecturas, y comentarios que te ayuden a estar motivado, paciente y estable para pensar mejor y alcanzar lo que te propones.
3.    Visualiza el éxito
La imaginación es una buena aliada, utilízala en tu beneficio, prepárate mentalmente para pensar positivamente, piensa en diversas alternativas para alcanzar lo que te propones y no te dejes vencer.  Ten una imagen mental de como serás o como te verás una vez y logres pensar positivamente.  No te aferres a la imagen mental como si fuera una solución mágica, es solo una imagen que te ayudará a mantenerte en el pensamiento de éxito, pero no significa que será como lo imaginas, a lo mejor y resulta distinto, o a veces hasta mejor.
4.    Se parte de la solución, no del problema
Concentrate en lo que haras y no en los conflictos que se presentan.   Da por hecho que problemas siempre habrán y tomalos como un reto, como tu capacitación natural para aprender a resolver la vida.  Pronto lo harás de forma automática.
5.    Confía en ti mismo
Invierte tu energía en confiar en ti mismo y en tu capacidad para alcanzar lo que te propones.  También afianza tu compromiso contigo mismo, no te abandones, no te renuncies, logra tener los pensamientos de éxito que te has propuesto.  Aprende a resistir a la presión y al derrotismo
6.    Practica la gratitud
La actitud de agradecimiento es una herramienta invaluable para tener pensamientos de éxito, es enfocarse en agradecer todo lo que nos llega, bueno o malo, en lugar de creer que nos merecemos lo que no nos dan, o lo negativo que nos llega en la vida.  No es cuestión de merecimientos, es cuestión de agradecer los logros, los aprendizajes y hasta las oportunidades de ser la mejor versión de nosotros mismos.
7.    Celebra los pequeños triunfos
Aprender a no quejarse, es un desgaste total de energía, y te impide aprender y crecer.   Celebrar los pequeños triunfos que se alcanzan día a día nos mantienen con la mentalidad motivada, recordándonos los motivos del por qué hacemos lo que hacemos.


Lo más importante y que no pierdas de vista, somos lo que nos proponemos ser.  Es decisión de cada uno lo que quiere ser, nadie tiene el poder de decidir sobre nuestros pensamientos, sentimientos y acciones, más que nosotros mismos, por eso contamos con un libre albedrío.  Y si sentimos que alguien más tiene ese poder sobre nosotros, es momento de recuperarlo, y de no endosarlo a nadie más.  Muchos pensamientos de éxito a todos

miércoles, 19 de agosto de 2015

PSICOLOGIA: LOS SECRETOS NOS MATAN LENTAMENTE


¿Sabes a dónde van las palabras que no se dijeron? ¿A dónde va lo que quieres hacer y no haces? ¿A dónde va lo que no te permites sentir?

Muchas veces nos gustaría que lo que no expresamos quede en el olvido, pero lo que no se expresa se queda acumulado en el cuerpo, nos llena el alma y el espíritu de gritos mudos.  Lo que no nos damos la oportunidad de decir o expresar se transforma en insomnio, en dolor de garganta, en nostalgia, en destiempo, en deudas, en tareas pendientes.  Las palabras y los sentimientos que nos tragamos se transforman en insatisfacción, en tristeza y en frustración. Lo que mantenemos en secreto afecta nuestra percepción y comportamiento, pudiéndose convertir en verdaderas cargas. 

Dejar en silencio algo que queremos expresar, nos empieza a torturar internamente.  Se nos pueden presentar trastornos digestivos, dolores de cabeza o sensaciones de angustias que de alguna manera podemos relacionar con los secretos que se guardan.  Y las cosas se complican todavía más por el hecho de que ciertos secretos actúan sin que nos demos cuenta, nos pueden generar sufrimientos físicos o psicológicos sin que nos demos cuenta de su procedencia.

Algunos secretos que son temas asesinos de nuestra paz mental son el amor prohibido, la curiosidad indebida, los actos desesperados, los actos forzados,  el amor no correspondido, el rechazo, la  cólera, los sueños y metas de vida censurados, los estilos de vida no aceptados, los maltratos.

El quedarnos con palabras o sentimientos secretos produce efectos en cada uno de nosotros.   Lo callado se convierte en una molestia y en un impedimento, que construye alrededor de nosotros una cárcel que nos aprisiona.  

Un secreto o lo que no se expresa es como una gota de agua constante en la piedra, que rompe la piedra no por su fuerza sino por su constancia.  Lo que no se dice y  se queda en el interior nos carcome, nos hace heridas que poco a poco van venciendo la propia paz mental con la que contamos.

Lo que no se ha dicho, debe contarse, debe expresarse… antes de que nos carcoma por dentro.  Debe transformarse en algo al salir de nuestro interior.  No es cuestión de correr a contar, reclamar, vengar, o ajusticiar a los demás.  Es una confesión que nos hacemos a nosotros mismos a través de alguien de confianza, o a través de algo que decidamos hacer para salir de la burbuja del secreto.

Cuando nos guardamos algo, se corresponde a que sentimos que los demás no podrán aceptarlo.  También tiene que ver con que estamos viviendo una doble vida, somos alguien internamente y somos lo que se espera de nosotros externamente.   El conflicto del secreto, es que estamos inmersos en la dicotomía de lo que somos versus lo que se espera de nosotros. Por tanto, es necesario transformarnos, volvernos más auténticos con nosotros mismos, aceptarnos como somos, aunque nos de temor, aunque no correspondamos a las etiquetas que la misma sociedad espera que cumplamos.

Lo que no decimos siempre encontrará una salida, si no es con palabras será a través de enfermedades, de tristezas intermitentes que no tienen explicación, de misteriosos arrebatos de cólera y enojo, de reacciones súbitas de llanto, tristeza o rechazo hacia películas, canciones  o incluso anuncios.

La cualidad de los seres humanos radica en su creatividad, por lo tanto hay formas de transformar lo que debemos decir, sin perjudicar a los demás, pero sobre todo sin perjudicarnos a nosotros mismos. 



¿QUE HACER?


  1. Busca alguien de confianza para revelar lo que no has dicho
  2. Cuéntalo cuantas veces necesites para comprender que es lo que te afecta y para cicatrizar la herida que el secreto pudo haberte dejado.
  3. Busca que te escuche una persona que sea compasiva, empática y que tenga mucha paciencia.  Que te pueda brindar todo el apoyo, y atención para que tu puedas desahogarte sin sentirte juzgado, o que aburres con el tema.
  4. También puedes escribirlo.  Muchas veces el papel nos sostiene las confesiones más duras que tenemos que hacernos a nosotros mismos.  
  5. Si todo lo anterior no es suficiente, busca ayuda psicológica.  Busca un profesional con quien te sientas comodo para tratar estos temas y sanar tus heridas emocionales, y por tanto las físicas también sanarán.

POESIA: MUNDOS PARALELOS: Invocándote


domingo, 16 de agosto de 2015

PSICOLOGIA: VISUALIZA TUS METAS


 Todos los seres humanos soñamos con alcanzar las metas que nos proponemos, pero en muchas ocasiones, el no lograrlas radica en no saber qué hacer para llegar a lo que tanto anhelamos.   
La visualización es una herramienta natural humana, que es gratis y tiene un alto impacto en las personas.  La razón por lo que es una fórmula efectiva y útil, es porque nos ayuda a crear fotos en la mente donde te ves a ti mismo obteniendo lo que te has propuesto.  Esto significa que te ayuda a generar pensamientos y sentimientos de que lo tienes en el momento presente.
La visualización es el preludio de un hábito de pensar en positivo e imaginar como quieres que sea tu vida, como una semilla en tu mente que te ayuda a formular qué es lo que quieres lograr, y luego tener la oportunidad real de recrearlo a través de tus acciones para acercarte a esa meta.




Acá algunas técnicas que pueden facilitar tu camino hacia el éxito y el logro.

PASO 1 IMAGINATELO
Imaginar es conocido como VISUALIZAR, y consiste en formar en tu mente una imagen de lo que te has propuesto alcanzar, de la meta trazada y de ti mismo alcanzándola.
Puedes incluso alimentar tu imaginación utilizando elementos que te ayuden a recordar tu meta, puedes coleccionar imágenes, o aspectos que sean un constante recordatorio de qué es lo que te has propuesto alcanzar.  Estos pueden ser una foto, un dibujo, una frase, un cita celebre o una simple palabra, todo es valido para activar tu imaginación, tu memoria, y tu motivación para seguir tu visión de la meta propuesta.

PASO 2 RECORDATORIO COTIDIANO
Cuando imaginas diariamente y con detalle el logro de tu meta, estás enfocándote en una mejor visualización, esto te podrá generar un compromiso más efectivo  contigo mismo  y te ayudará a mejorar tu rendimiento en cuanto a marcar el camino que te lleva a tu meta.  También genera un impacto positivo en tu motivación, aprendes diariamente a trabajar para encontrar caminos nuevos que te acerquen más a lo que te has propuesto.

PASO 3  MEJORA DE RENDIMIENTO PERSONAL
Diversos estudios en psicología del deporte demuestran como la visualización efectiva favorece el rendimiento deportivo.  Pero  no es necesario ser deportista para beneficiarse de la visualización, aunque está comprobado que la práctica física combinada con imágenes mentales da lugar a mejores resultados.  El deporte es solo un ejemplo de como puedes ayudarte a ti mismo a enfocar tus energías para llegar a un solo punto, con tu mente, tus sentimientos y tus acciones.

PASO 4 COMO VISUALIZAR
a.      Practica la visualización cuando estés relajado
b.     Decide cuál es tu resultado deseado y hazlo realidad en tu mente. Imaginate que pasa cuando alcanzas tu objetivo y agrega detalles.
c.      Piensa en como te sientes, en que piensas y como te encuentras en el momento de alcanzar tu meta, como si fuera algo real.  Lo estás haciendo real en tu imaginación, por lo que trata de involucrar a tus cinco sentidos para que sea lo más realista posible.
d.     Sé consistente con tu práctica de visualización. Se volverá más fácil con el tiempo y se convertirá en una buena herramienta para darte congruencia para alcanzar tus metas.


PASO 5  UN CARTEL DE VISUALIZACIÓN

Puedes incluso ayudarte realizando una cartulina o cartel que contenga una colección de imágenes de los resultados deseados.  Este tablero puedes crearlo a través de imágenes de revista, dibujos, palabras, o pequeños elementos que te inspiren.  Esta técnica también es utilizada por los diseñadores cuando quieren crear un concepto de color o imagen en una habitación.  En realidad son ayudas visuales que te inspiran a seguir el camino de lo que te has propuesto, a través de recordar hacia donde quieres llegar.   No importa como lo realices, lo importante es que represente tus objetivos y que esté ubicado en un lugar donde lo veas a diario.

POESIA: MUNDOS PARALELOS: Tu Nombre


martes, 11 de agosto de 2015

PSICOLOGIA: DESARROLLAR LA PACIENCIA


“El que espera y no desespera, encuentra lo inesperado”

Cada día nos enfrentamos a rutinas y  actividades diferentes, que pueden provocar enojo, frustración o impotencia.  Hoy día esperamos que las cosas pasen rápido, estén bien hechas y sin ningún obstáculo o problema.  Desgraciadamente, en la realidad, no podemos manejar la vida como quisiéramos, sin embargo podemos aprender a ver las cosas desde otro punto de vista, a través de la paciencia.

La paciencia es el valor que hace a las personas tolerar, comprender  y aprender a lidiar con los problemas, obstáculos y adversidades con fortaleza, sin lamentarse, teniendo control sobre la propia conducta, para proceder de manera adecuada a cada situación.  No se debe confundir la paciencia con pasividad ante una situación problemática, tampoco debe confundirse con  no reaccionar o aguantarse.
La paciencia nos propone aceptar con serenidad el dolor y las pruebas de la vida.  Comprender y aceptar que nada ganamos con la desesperación, y darnos ese tiempo para escuchar, razonar y en su momento actuar o dar nuestro opinión.

Cuando podemos desarrollar la paciencia estamos mostrando un rasgo de madurez.  Las personas que tienen paciencia saben esperar con calma que las cosas sucedan, ya que comprenden con claridad que hay situaciones que no dependen necesariamente de la propia voluntad, o que están fuera de control y a las cuales hay que darle tiempo y espacio.

La paciencia es algo más que esperar, es una expectativa calmada, es una especie de pausa en lo que anhelamos alcanzar. Las cosas buenas les llegan a aquellos que saben esperar.  Aunque la paciencia es amarga, sus frutos son dulces. La paciencia no es aguantarse hasta mas no poder y explotar.  La paciencia es un arte, que nos libera de las cargas emocionales innecesarias para mantener nuestro estado de paz.

La paciencia es una fuerza que surge de nuestra mente, para controlar a todo nuestro cuerpo y hacernos saber que todo llega a su momento.  Todas las cosas más bellas del mundo requieren de paciencia para recubrirse de un halo de entusiasmo e ilusión.  Cualquier meta y cualquier logro que planifiquemos llevará el ingrediente vital llamado paciencia.

Trabajar la paciencia nos permite desarrollar la sabiduría, convertirnos en personas calmadas y seguras de si mismas.  Ser pacientes nos ayudará a contemplar el mundo con mayor entendimiento y sensatez.  Lo contrario a no ser pacientes, es comportarse de manera impulsiva, arrebatada y de forma en que se generan más problemas, dejando escapar diversas oportunidades de aprendizaje personal y de solución eficaz a los mismos.





COMO DESARROLLAMOS PACIENCIA

1.      RESPIRA
Cuando sientas que todo empieza a salirse de control, es cuando debes detenerte un momento y respirar, respirar profundamente.  Esto no es ilógico, porque si respiras profundamente inhalando por tu nariz, sosteniendo el aire unos segundos y exhalando por la boca, en realidad ayudas a calmar tu sistema nervioso, oxigenándolo.  Luego cuando ya sientas más tranquilidad, es posible concentrarse en tratar de ver los lados positivos de la situación.  Respirar siempre es un buen recurso, que nos ayuda a reflexionar, porque le damos una pausa a nuestro diálogo interno.
2.      TIEMPO MUERTO
En estos tiempos se acostumbra a hacer diversas actividades a la vez y no deseamos que se nos escape ningún momento, instante o espacio para que todo salga bien.  En ocasiones es bueno relajarse y apreciar los detalles simples de la vida.  Tomar momentos para planificar, organizarse e inyectar fuerzas pueden colaborar en la propia vida para desarrollar paciencia.
3.      CONSECUENCIAS
    Cuando considere que está perdiendo la paciencia, procure pensar en las consecuencias que le puede acarrear una acción impulsiva e impaciente.  Preguntese a si mismo, ¿Qué pasaría luego de hacer lo que desea?  ¿Afectaría a alguien? ¿Lo que desea hacer en ese instante solucionará la situación?
4.      PRIORIDADES  Y LIMITES
Desconfíe de las prisas.  Reflexione sobre las razones que le hacen actuar de forma impaciente.  Reorganice sus prioridades, pensar sobre las mismas e incluso escribirlas le ayuda a calmarse y enfocarse, para no perder el control personal en un instante.
5.      TOMATE TU TIEMPO
El encontrar tiempo para todo sin dejarse arrastrar por la ansiedad requiere de paciencia y disciplina cotidiana.  Identifique qué es lo que le genera impaciencia, son personas, situaciones, o usted mismo.  Si descubre que está siendo usted mismo quien se genera ansiedad para presionarse, es momento de pensar en dejar ir algunos hábitos que pueden enfermarle.
6.      NO TEMA AL CAMBIO
“Uno propone, pero Dios dispone”
Podemos hacer miles de planes,  pero las cosas no siempre salen como lo deseamos. La vida gira y da vueltas por si misma.  Es vital ser realista con las propias expectativas y comprender a los demás y a nosotros mismos.  La práctica hace al maestro.  Desarrollar paciencia implica dejar atrás malos hábitos que hemos aprendido, asi que como cualquier aprendizaje requiere de constancia y cultivo constante.

POESIA: MUNDOS PARALELOS: Espejos y Humos


domingo, 9 de agosto de 2015

PSICOLOGIA: POR QUÉ SE APAGA LA PASIÓN EN UNA PAREJA


El amor es la continuidad de la vida y tiene una fuerza arrolladora.   Cuando iniciamos una relación amorosa, esa fuerza está cargada de pasión, romanticismo, expectativas, fantasías y necesidad.

Todos los seres humanos necesitamos del amor para vivir, para respirar, para trabajar, para subsistir en un mundo que nos demanda muchas cosas.   Presiones, obligaciones, tareas que no queremos realizar… en fin, el amor es una forma de poder sobrellevar todas las vicisitudes de la vida.

Pero la vida es vida, y debemos adaptarnos a las rutinas que cotidianamente nos envuelven todo el tiempo, la realidad no nos permite quedarnos estáticos, todo el tiempo nos pide que trabajemos, que produzcamos, que nos hagamos cargo de múltiples tareas importantes.   Este tipo de demandas de la realidad y también de nosotros mismos, se colocan dentro la relación amorosa…  Esto provoca que prioricemos en lo más urgente y no precisamente en lo más importante.     Esto nos provoca que el amor se dé por sentado, que ya no trabajemos en él, en mantener la fantasía, la ilusión, la energía que nos regresa… y que en ciertos momentos se duerma la pasión, la conexión, y si esto se vuelve crónico, muera por no atenderlo.

En muchas oportunidades, ni siquiera es el trabajo lo que nos aleja del amor de pareja, sino el rol de padres… nos dedicamos a invertir tanto tiempo, tanta energía en los hijos, en los nietos, en los hermanos, los padres y todos los familiares, que nuestra pareja queda relegada al último lugar si bien le va.   Una relación, cualquiera que esta sea, necesita de atención, necesita que todo el tiempo que podamos, y sobretodo que deseemos, se nutra, siga creciendo y se fortalezca.   Si no le dedicamos ni siquiera tiempo, si la inundamos de miedos, preocupaciones y frustraciones, las conexiones de esa relación ya no tendrán pasión, tendrán como efecto de regreso todo eso que le hemos invertido.



La pasión se acaba en la relación, porque estamos muy ocupados realizando otras actividades, porque estamos invirtiendo en otros lugares, pero sobre todo, porque probablemente ya no estamos sintiendo esa misma pasión por la otra persona dentro de nosotros mismos.  

La pasión, la ilusión, el romanticismo y todos esos detalles que pueden hacer crecer y robustecer una relación, no sólo se deben regalar ocasionalmente, es una tarea de día a día, que nos llama a crear, a generar, a impactar, a inspirar a nuestra pareja.   A reforzarle en cada momento, por qué escogió estar con nosotros y no con nadie más, que estamos entregados en cuerpo y alma a esa persona, y que cada día nos convencemos y reafirmamos más, porque podemos llamarla, verla y demostrarla ante el mundo como la persona con la que hemos decidido cultivar el amor.

Te falta pasión en tu relación de pareja?

Se apagó hace tiempo?

Te has ocupado de otros asuntos, dejando la relación de lado?

Nunca es tarde para recuperar el amor, para cultivar la pasión, para generar pequeños, grandes y sorprendentes detalles de amor hacia otro ser humano…  nunca es tarde, para empezar a vivir así la vida.   Piensa, juega, crea, imagina…. SE UNICO al darte en el amor, y ya no tendrás que buscar el amor… el mismo amor regresa como una inspiración que se desborda y te encontrará!