“La manera en que vemos el
problema, es el problema”
Stephen R. Covey
Las
emociones representan el centro que sostiene el desarrollo personal de cada ser
humano. No es posible desvincularnos
de las emociones, y el aprender a atenderlas, comprenderlas y educarlas debería
convertirse en una de nuestras prioridades, para mejorar nuestra calidad de
vida en general.
La
vida en sí es un viaje constante, que está lleno de subidas y bajadas, de
éxitos y fracasos. La vida nos coloca en
muchos senderos emocionales que pueden ser difíciles de superar, son
imposibles de evitar y son algo inherente a vivir.
La
palabra crisis proviene del griego KRINEN que significa decidir, distinción y
juicio, no constituye un término negativo, sino por el contrario nos habla del
momento en que la rutina deja de ser una buena guía y nos muestra la necesidad
de generar un cambio en la vida. La crisis
emocional puede ser un obstáculo, pero también puede ser una oportunidad, si
aprendemos a atravesar las dificultades con serenidad. Cualquier crisis emocional que se nos
presente en la vida por pequeña que sea, representa un desafío que es necesario
ser resuelto y superado, para llevarnos a una nueva etapa en nuestro
crecimiento y madurez personal.
Una
crisis emocional entonces, es una situación difícil de desequilibrio que puede
ir acompañada de estrés y ansiedad, que afecta el funcionamiento general de una
persona. Puede considerarse como un
malestar emocional que altera el funcionamiento natural de la persona, es un
momento de transición y cambio que generan un desafío en la vida de la persona
que la sufre.
En
muchas circunstancias, no es la crisis en sí, sino la forma en que creemos que
los conflictos, los obstáculos o los desafíos de la vida nos afectan. A veces consideramos que las cosas no tienen
solución, porque no nos han pasado antes, o nos sigue ocurriendo lo mismo una y
otra vez, sin poderle dar una solución eficaz. Cuando experimentamos una crisis
nos podemos sentir aislados de la vida y de las personas que amamos, debido a
que los demás pueden no comprender por la angustia que estamos pasando, en
muchas oportunidades atravesamos una sensación de pérdida real o imaginaria de
una posición, de una situación, de una persona o incluso de nosotros mismos.
Las
crisis emocionales más comunes son:
1.
Terminar
una relación de amistad o de pareja
2. Fallecimiento
de un ser querido
3. Sufrir un
accidente en donde se está en recuperación o perder alguna facultad física
4. Recibir la
noticia de tener alguna enfermedad física grave
5. Estar en
medio de un proceso emocional como depresión o ansiedad
6. Pareja o
algún familiar enfermo
7. Perder el
trabajo
8. Ser víctima o testigo de un robo o asalto
9. Vivir un
desastre natural como inundación, huracán e incendios
10. Problemas
económicos
CÓMO
AFRONTAR UNA CRISIS EMOCIONAL
La
vida está llena de situaciones y giros inesperados, decisiones, obstáculos,
crisis y/o pruebas a superar. No podemos
escaparnos de todos los matices que la vida trae en su cotidiano
acontecer. No es lo que nos pasa lo que
nos define, sino como lo enfrentamos y como lo resolvemos. Las vicisitudes de la vida no terminan, eso
es algo que tenemos que aceptar.
Las
crisis son una oportunidad que debe ser aprovechada por quienes la padecen,
requieren de tener una actitud de reflexión y decisión ante como transitar este
nuevo cambio que no has pedido, que no has esperado, pero que te pide su
compromiso para sobrellevarlo y vencerlo saliendo transformado. La evasión es la opción más fácil de tomar,
pero la más complicada ya que nos aleja
de nosotros mismos y nos trunca la posibilidad de aprender a manejar una
situación crítica, y superarla con éxito al momento.
“El dolor es inevitable, el sufrimiento
es opcional”
Buda
Los
conflictos, las perdidas, las enfermedades y la muerte son causa de un dolor
natural, pero de un sufrimiento magnificado que puede ser evitado porque deriva
de nuestra inmadurez e incompetencia emocional.
Podemos prepararnos para vivir y acompañar mejor las situaciones de
crisis aprendiendo a realizar un trabajo de equipo entre razón, sensibilidad,
sentimiento, voluntad y acción.
1.
ACEPTA
LO QUE ESTAS VIVIENDO
Las crisis emocionales tienen un
sentido, no es para molestarte ni para arruinarte la vida, sino para que te
desarrolles como ser humano, para que puedas crecer, madurar y
evolucionar. Recuerda, todo pasa, es una
transición.
2. NO LUCHES
CONTRA TU EXPERIENCIA
Luchar en contra de lo que te
ocurre solo te producirá un desgaste, no podrás erradicar la situación y solo
tirarás la energía que necesitas para enfocarte en ti mismo y salir lo más
fortalecido posible de esta experiencia.
3. TOMA TU
PROPIA RESPONSABILIDAD
Hay un camino de salida en cada
crisis emocional, y es descubrir tu propia responsabilidad en lo que te pasa,
cómo participas de tus problemas, cómo te expones o colocas en situaciones que
te pueden generar conflictos que es necesario reconocer para no volver a caer
en ellos. El camino de salida, es decir
reconocer tu responsabilidad no ocurre de un día a otro, es un proceso que
transitamos día a día.
4. ENCUENTRA
EL APRENDIZAJE QUE ESTO TE BRINDA
Descubre el mensaje que esta crisis
tiene para ti. Pierde el miedo a vivir
cada etapa de tu crisis, no lo evites.
Es mejor enfrentar el miedo, la necesidad de huir y enfocarse en
encontrar una estrategia para enfrentarla y resolverla.
5. DESCUBRE
TUS FORTALEZAS
Reflexiona sobre tu persona antes
de esta crisis, reconoce las decisiones voluntarias e involuntarias que
tomaste, para descubrir la ley de causa y efecto. Toda crisis es el resultado de una acción,
que conlleva consecuencias y repercusiones.
Cuando reconozcas la causa, o tu parte de participación en lo que te
pasa, podrás evaluar objetivamente en qué eres fuerte y decidido, y en qué
permites ser arrastrado a circunstancias que no terminas de comprender o
concretar.
6. NO CAIGAS
EN PENSAMIENTOS NEGATIVOS
Recuerda las crisis emocionales que
ya has superado en tu vida y no te desanimes.
Aprende a reírte de lo que te pasa, de ti mismo y de la situación en sí,
no por hacerla de menos, ni para quitarle importancia ni valor, sino para
recordarte que eres un ser humano que sigue aprendiendo de la vida, que se
sigue equivocando y que estos pasos son necesarios para convertirte en una
mejor versión de ti mismo.
7. RE ORDENA TU
VIDA DESPUÉS DE LA CRISIS
Mira las cosas como son, nada es
permanente. Una perdida hoy no significa
una pérdida para toda la vida, a veces debemos pasar por los procesos de cambio
para valorar mejor la vida, para tener una visión más amplia, más clara, más
madura de lo que hacemos, de quienes somos, de quienes son los demás para
nosotros. Y en muchos sentidos, cuando
la crisis ya pasó, miras nuevos horizontes que antes no estaban a la vista,
mejores lugares, historias y personas llegan a tu vida, siendo tú también una
mejor persona para valorarlas, disfrutarlas y reconocerlas.
8. NO CEDAS A
LA CULPA Y EL ENOJO
Echar culpas cuando atraviesas por
una crisis o enojarte contigo o con los demás, no te ayudará a superarla y te
dejará estancado en sentimientos que solo pueden intoxicarte. No hay nadie que sea 100% culpable de lo que
le ocurre, o de lo que pasa, todos los que participamos de un evento somos
responsables en alguna medida, lo hayamos decidido voluntariamente o no. Vigila tu monologo interno, y no caigas en
esas frases absolutistas en donde te sientes culpable por todo, o víctima de
todos. No tienes el poder de ser un
total destructor del mundo, como tampoco eres capaz de ser una víctima inocente
y vulnerable en la vida. Sal de esas
posiciones imaginarias y extremistas y toma el control de tu vida, desarrolla
la fuerza y valentía para salir de esa posición y conocerte de mejor forma a ti
misma.
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