No todo lo que ves, es lo que parece. Hasta la mente y los sentidos nos pueden
jugar bromas en cuanto a observar e interpretar la realidad. En esta dimensión nada
es tan certero y absoluto que no queden dudas o recovecos por descubrir en
momentos determinados. Es por esta razón que la humildad es una de las virtudes
más necesarias pero menos cultivadas, porque hasta para admitir la falta de
conocimiento, de visión y de comprensión se necesita ser consciente de esta
carencia por demás humana y general.
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