lunes, 24 de abril de 2017

PEQUEÑOS CRIMENES No.100

La vida resulta ser tan efímera, los momentos suelen ser tan fugaces y la memoria en sí, 
a veces, no se da a basto para rememorar de forma fehaciente todos esos instantes 
que tanto atesoramos. Si es cuestión de revelar, escribir me ayuda a pensar, porque 
de forma clara y directa puedo trasladar lo que siento, lo que percibo y lo que anhelo. 
Escribir, entonces, guarda en retazos cotidianos, parte de las fachadas y pistas de mi 
esencia, que se convierten en huellas de vida y simultáneamente en pequeñas grietas. 
GRACIAS a quienes me leen, hoy termino este proyecto de 
Pequeños Crímenes con número 100. 
No es lo que uno se propone, ni lo que uno logra, es ese trayecto que se recorre para 
llegar a la meta, lo que nos imprime de vida, cambios y desafíos.

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