lunes, 21 de noviembre de 2016

PEQUEÑOS CRIMENES No.14

Cada ser humano pulula entre dos mundos, tiene una vida real que comparte con todos sus allegados pero también hay un espacio interno que comparte consigo mismo. 
El balance de la vida radica en no creer que solo existe un mundo, sino en el adecuado equilibrio de ambos.  Quien se considere una persona simple y clara no sabe de lo que habla, es condición humana ser complejos desde la raíz hasta la expresión, a tal punto, que  a veces no nos comprendemos ni siquiera nosotros mismos.


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