Compartir significa saber dar y saber recibir. El aprender a ofrecer y aceptar a los demás y
por ende a nosotros mismos. Para poder recibir debemos primero poder dar, con el
propósito de generar una acción recíproca de participación generosa con otras personas.
El dar también es símbolo de crecimiento y madurez, ya que, cuando somos bebes
vivimos fundamentalmente de lo que recibimos, pero a medida que vamos transitando
el propio desarrollo, nos percatamos de lo importante que es el regresar a los demás
un trozo de nosotros mismos.
Saber vivir es aprender a compartir y saber en plena experiencia que
Saber vivir es aprender a compartir y saber en plena experiencia que
en la medida que damos, también recibimos.
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