Establecer cercanía con otras personas es toda una odisea que no siempre es factible lograr.
La proximidad es un trayecto que no solo se realiza de forma física, sino que también,
de forma emocional. Bajar la guardia y permitir a los demás entrar en nuestros pensamientos, sentimientos, espacios personales y forma de vida, es la consecuencia de obsequiar confianza.
La cercanía física y emocional se establece a través de nuestra apertura y disposición para escuchar, se define en el comprender al otro y compartir con los demás.
Cuando como personas nos sentimos amados y aceptados, no es necesario, poner espacios,
Cuando como personas nos sentimos amados y aceptados, no es necesario, poner espacios,
ni sentirnos vulnerables a través de colocar barreras o cercas. El contacto que permito
de los demás, se refleja en lo cerca que me siento de mí mismo.
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